Gustavo Cerati está en un momento difícil y lo que le nace a mi primate corazon es darle gracias. Unas “Gracias totales” como él una noche tan sabia y genialmente dijo.
Gracias totales porque en mis momentos púberes de monillo adolescente, me sentí orgulloso de mis deseos sexuales y vi mi libido como una sensación poética, a través de la persiana americana, gracias por ser un pervertido más como nosotros, pero a diferencia de los demás supiste poner las palabras, y además las melodías precisas para transformar en belleza cada una de esas sensaciones que tan satanizadas fueron hace siglos y también hace minutos.
Gracias totales por la locura de cosas imposibles, que las cenizas vuelvan al papel, y porque solo los locos como vos hablan ese idioma, tan sincero, tan trasparente que logra hacernos sentir acompañados en la búsqueda de bananos, en el amor de un maniquí, en amores imposibles que son posibles, en ganar la copa mundial o quizás conquistar a un hada que solo habita en los sueños, y es que sí un amor cae del cielo ¿por qué preguntar más?
Gracias totales porque cuando ella usó mi cabeza como un revolver supe incendiar sus recuerdos con mis propios demonios y valorar las increíbles cosas que hice por ella, por mi y ya no por ella.
Sos de acero inolvidable, eres un genio y siempre lo serás, debajo de tus rulos que tan orgullosamente ahora comparto tuve la premonición de que existía un gran artista y poeta, a un hombre como nosotros y un loco como pocos, y es que tú corazón lo delató.
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