sábado, 20 de febrero de 2010

Liberal, libertino y ... quien vendrá?

Mi incansable busqueda por mi banano, me llevo a la guarida de un animalillo que era conocido en el bosque como puta, esta especimen me lleno de confusiones, demasiadas confusiones para un monillo como yo, este animalito tenia nombre de hembra pero anatomicamente se veia como un macho, pero luego al observar y analizar su comportamiento me di cuenta que si, se comportaba como una hembra, al ver esto mi mente monillesca se lleno de confusión, y me di cuenta que en la jungla encuentras de todo y que la naturaleza es muy sabia pero que hay especies realmente trastornadas...mas alla de sus trastornos este animalillo llamado puta, me revelaba cosas interesantes y muy utiles para la busqueda de mi banano.

Esta puta no se encontraba sola, estaba acompañada de un animal mucho más gordo y viejo que bebía mucho un brebaje selvatico llamado Havana club, mas alla de que no era una puta compartia caracteristicas similares, luego me entere de que ambos a pesar de no ser la misma especie compartian un mismo oficio, un oficio que consistia en hacer todo por salvarle la vida a todas las especies que sufrian alguna tragedia, esto les generaba una union mistica, espiritual que era tan fuerte que hacia que entre dos especie ajenasse forme un lazo que los vuelva casi lgo asi como familia, eso fue muy conmovedor para mi monillesco corazón, porque los monos tambien sentimos, si nos golpen nos duele, si nos apuñalan sangramos y si nos hablan tambien escuchamos y hasta lo interiorizamos. Mira que cosa tan mona ah?

Los dos salvavidas reflexionaban sobre las diferencias entre cada una de sus generaciones utilizandose asi mismo como ejemplos, el viejo era considerado por la puta como un liberal y alucinaba sus años jovenes como años llenos de suciedad, hierbas de maria, gritos de paz amor y libertad sobre todo eso, libertad...la puta hasta desprendia dismiuladamente un cierto sentimiento de gratitud, porque los gritos de libertad que habia vociferado el viejo en el pasado, le habia servido a el para llegar a ser lo libertino que era, y ahi entendi porque era puta, solo alguien con ese nivel de libertinaje podría ser puta, una especie sin prejuicios, deseosa de experimentar sin ponerle pero a nada, que puta tan puta, pero que puta tan coherente con su naturaleza, fruto de años de evolución, de años liberales a años libertinos y de ahi...?

Fue en ese momento que hable y le dije a la puta “si el es el liberal y tu el libertino cuando tengas hijos no me sorprendería que algún día te pregunten “papá ¿qué es No?”” Rieron mucho y los vi tan felices que pensé quizás ese sea el camino para recuperar mi banano, ser libertino y no decir no, pero esa idea me desentusiasmo mucho cuando la puta confesó: “creo que tengo una infección”. No, un monillo no puede arriesgarse tanto.

jueves, 18 de febrero de 2010

Cabrones, quiero mi platano


La vida es una constante busqueda, dicen por ahi. Grandes personajes de la historia han realizado incansables busquedas como por ejemplo; Marco que buscaba a su mamá, Colón que buscaba America (y eso que Americo, ni enterado), Oliver Atton que buscaba a Roberto Cedinho, el papá de nemo a nemo, el hombre a una mujer, la mujer a su orgasmo y como el hombre es muy solidadrio tambien se unio a su busqueda. Es que para que alguien se sume a una busqueda tiene que existir algo asi, algo tan misterioso, deseado y peligroso como el orgasmo femenino.
Yo no les puedo asegurar que mi banano sea tal, pero se le acerca un poquillo, tiene muchas similitudes, al banano tienes que pelarlo para comerlo, a la mujer... bueno, es obvio. El problema es que hay algunas mujeres que te hacen la viceversa, y te pelan a ti y al final no les comes ni las cascarillas. Mi banano no es asi, mi banano, se da, se puede decir que para ser un objeto falico es muy pasivo, el no hace nada, se queda ahi, quietesillo, esperando que lo encuentres y pruebes de él. Por eso mi banano es muy importante para mi, porque es un banano eterno, es el alfa y omega de las frutas, si lo comen no es que deje de existir: resucita, y no a los tres dias sino a los tres minutos (chupate esa mandarina, Jesus). Espero que haya quedado muy claro la importancia de MI BANANO, puesto que no es un banano cualquiera, es un banano inmortal. Solidaricense y ayudenme en su busqueda, no les aseguro la tierra prometida pero si les aseguro que de mi banano no existe nadie que no haya quedado satisfacid@.