jueves, 18 de febrero de 2010

Cabrones, quiero mi platano


La vida es una constante busqueda, dicen por ahi. Grandes personajes de la historia han realizado incansables busquedas como por ejemplo; Marco que buscaba a su mamá, Colón que buscaba America (y eso que Americo, ni enterado), Oliver Atton que buscaba a Roberto Cedinho, el papá de nemo a nemo, el hombre a una mujer, la mujer a su orgasmo y como el hombre es muy solidadrio tambien se unio a su busqueda. Es que para que alguien se sume a una busqueda tiene que existir algo asi, algo tan misterioso, deseado y peligroso como el orgasmo femenino.
Yo no les puedo asegurar que mi banano sea tal, pero se le acerca un poquillo, tiene muchas similitudes, al banano tienes que pelarlo para comerlo, a la mujer... bueno, es obvio. El problema es que hay algunas mujeres que te hacen la viceversa, y te pelan a ti y al final no les comes ni las cascarillas. Mi banano no es asi, mi banano, se da, se puede decir que para ser un objeto falico es muy pasivo, el no hace nada, se queda ahi, quietesillo, esperando que lo encuentres y pruebes de él. Por eso mi banano es muy importante para mi, porque es un banano eterno, es el alfa y omega de las frutas, si lo comen no es que deje de existir: resucita, y no a los tres dias sino a los tres minutos (chupate esa mandarina, Jesus). Espero que haya quedado muy claro la importancia de MI BANANO, puesto que no es un banano cualquiera, es un banano inmortal. Solidaricense y ayudenme en su busqueda, no les aseguro la tierra prometida pero si les aseguro que de mi banano no existe nadie que no haya quedado satisfacid@.

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